Ozkol protege a esa piel, la intenta mantener aislada del exterior, de lo ajeno. Dos cuerpos que se utilizan el uno al otro como cubierta solida y dura para protegerse, para transportarse y a veces para ocultarse. Mantiene esa piel a salvo gracias a la coraza del otro. Existe una necesidad de ser protegido, el uno no sobrevive sin el otro.

Coreógrafo: Jordi Vilaseca
Bailarines: Aritz López y Jordi Vilaseca
Música: Jambinai
Duración: 15 minutos