Bello, virgen, majestuoso, sagrado… Así definimos el paisaje, moldeándolo a nuestra imagen y apropiándonos de su esencia. Lo convertimos en símbolo, en bandera de nuestras luchas y deseos. Sangre y Klorofila se inspira en el trabajo de Vicente Ameztoy para habitar esa frontera donde termina el paisaje y comienzan nuestras ideas . Como decía Ameztoy, “una identidad profundamente arraigada y la dificultad de hacernos cargo de ella” Esta pieza explora esa tensión, revelando el diálogo constante entre la naturaleza y nuestras proyecciones humanas.
Dirección escénica Jordi Vilaseca Intérprete Aritz López Coreografía Jordi Vilaseca · Aritz López Con el apoyo de: ATERPEAN (Dantzahirian) · Euskadi SORBURU (Artekale) · Euskadi Agradecimientos Begoña Martín, Jemima Cano, TAE, Conservatorio de danza José Uruñuela